Hatahoshi, E.


Empiezo a escribir en mayo del 80, cuando estoy en la panza de madre. Creo que mi primer cuento habla de un dinosaurio que viaja en la máquina del tiempo y se encuentra con un japonés. El japonés abre inmensamente los ojos y la boca y repite todo el tiempo: "aborto", “aborto”. No recuerdo cómo seguía el cuento, pero recuerdo que en el momento de mayor inspiración (cuando describía los ojos y la boca del chino) di mi primera patada. Madre estaba dormida, movió su mano hacia el estómago. Yo cerré los ojos, creo que soñé con una sexualidad de metal.


No. Mentira.
No.


Se me ocurre escribir a los 17. Estaba deprimido, no tenía novia y en el colegio los profesores no me veían. Empecé a estudiar Ciencias Económicas, toda la última parte del menemismo la pasé estudiando números y cuentas, recuerdo que en los pliegues de una mano se dibujaban fórmulas de cálculo diferencial y en la otra los dedos practicaban acordes en escala menor. En la facultad me iba bien, el único problema es que seguía sin tener novia y que a la mañana (cuando era el horario de cursado), me daban muchas ganas de cagar, lo que me alejaba profundamente del resto de la clase. Una vez, en Macroeconomía, un chico muy hermoso me preguntó de lejos algo sobre la inflación; mientras le respondía vi cómo un guardia medio pelado se sentaba al lado de un árbol seco. Tenía dos líneas en los ojos. Cuando las líneas se abrieron el árbol floreció.


Mentira. Mentira.
Eso no fue todo.
Todo no existe, todo no es así.


A los 23 años en las noches tenía pesadillas y al levantarme escupía sangre. Escribía cosas horribles y sin sentido, guiado por la sublime lógica de que estar deprimido es algo cool. Una tarde me invitaron a un recital, llevé la guitarra y un cuaderno para anotar las cosas que escuchaba decir a los demás acerca de mí. Toqué una versión acústico – heavy de una canción de Radiohead, la primera y la segunda fila estaban repletas de gente anciana que movía la cabeza a manera de negación. Vi entrar un viejo y a mitad de camino no atreverse a salir. Vi temblar ocho pares de piernas, las medias subidas, las estrías dibujando una inmensa pared. Vi a un secretario levantar la mano en gesto de desesperación. Vi las palmas que apenas aplaudían y una muchacha taiwanesa que ahora subía con un órgano digital. En mitad de la obra olvidó la partitura y empezó a cantar. Vi gente anciana que volaba. Mi cuaderno se cayó al piso.
Todas las hojas estaban blancas, repletas.


"No hay literatura. La escritura es obsoleta y el estilo es nómade y mutante".
Escribir esto.
Guardar esto escrito en algún lado.
No olvidarlo.


Nadar. La brazada corta el agua y empuja más lento por debajo.
Sacar la cabeza para respirar y ver un hombre pequeño en short.
El short es amarillo.
Correr la cara para el otro lado, raspar la nariz en el agua, enfocar el sol.
Después, la cabeza corta el agua, cierro y abro los ojos, veo dos luces encendidas y una máquina que viene de frente a mis pies.
El cuerpo empuja lento, lento.
La respiración pausada, disminuye.

Puedo seguir...

14 comentarios:

Anónimo dijo...

lo mas raro es que lei todo esto rascandome una pierna.
besos.

Quir-k (Juana Luján) dijo...

ja y yo
es la primera vez que escribo

dear prudence - dulcema dijo...

me das miedo,

a veces...

Pablo Natale dijo...

Gcba: vaya apodo. Estoy al borde del chiste fácil.

Juana: Mentira. Respecto a montt, me caguè de risa con la tira que subiste. No dejan de compararlo con Liniers, y algo de razón tienen, pero eso no significa nada. Si tenés un rato, trata de encontrar algo el la web de lucas varela, una especie de liniers punk. Sino, en llanto de mudo, conseguís "Estupefacto", un conjunto de historietitas en muy buena edición. Vale los 10 pesos.

Prud: Si, esto de interpelar al sujeto en el sentido psicológico del término ocasiona esos daños. Mil disculpas. Hoy tengo la estratósfera montada en la cabeza. Mil disculpas. Seguiremos con la entrevista después!

Unknown dijo...

me gusta esto che
voy a volver

Slds

Pablo Natale dijo...

Ok. Volvé. Prometo defraudar.

Yo mientras tanto estoy perdido en tu madeja de blogs, preguntándome si tiene sentido comprarme una escolástica y cómo cuernos hace un tipo para tener tantos blogs y además dos creaturas. Mientras tanto, Lavagna ganó en la provincia. Está ciudad es tan rara.

Dublín.

Anónimo dijo...

Qué es eso que mandaste?

Pablo Natale dijo...

Se entiende?

Pablo Natale dijo...

Respuesta a (muy agresiva): en tu blog.

Respuesta b (casi citando): en el sonido del tren.

Respuesta c en.

(mal chiste)

Pablo Natale dijo...

No, bebé. No dejes un apretón de nada. Postea un video tuyo, como hizo la prud, así te miro un rato cuando me siento mal y me haces (vos tambien) reir.

Terapeuta...
"¿Sigue usted errático?".

Me duele la parte de atrás de la cara.

Suerte.

Pablo Natale dijo...

El hermetismo mio o el de usted?

No estoy siendo agresivo, pregunto en serio.

Gracias.

Pablo Natale dijo...

(Mal)tratarte parece ser la única manera de tratarte.

Ok. Agradezco la observación sobre el "hermetismo". Pienso que ser hermetico puede ser una posición tan cómoda como no serlo de ningún modo. Voy a pensar a ver qué sale o no a partir de eso. Se agradece la atencíón.

Pd: que te mande msjs para hablar con vos y que vos estés todo el tiempo ocupada o lo que demonios sea, no es público, no es privado.

Pablo Natale dijo...

Zzzzzzzz

Pablo Natale dijo...

Esa es buena.
Espero que te haya ido bien ayer.
En el intertanto, traduzco canciones de Cobain, leo Houllenbecq, Augé y algo de Benjamin, atravesado por Viel Temperley (te perdiste lo de Temperley) y Mairal.
Evidentemente, esta noche acá no se coge.

Suerte.

Y gracias, y sé que te encanta el agua, bebé.