Las pesadillas de E
(V y última parte)


“El posmodernismo es una gran pesadilla, y todos somos Freddy Krugger,
soñándonos. En el sueño nadie se da cuenta, somos todos distintos”
(David Lynch)


V

Esta vez, E sabe que está soñando, que la escritura es sueño, que está siendo escrito. En el costado, un bicho raro, no se entiende si es un caballo o una mina emulando el estadio previo a una fellatio. E entiende: esta vez me metí en un cuadro de Salvador. Sabe cuál es el cuadro. Sabe, por tanto, que en la esquina inferior hay un hombre alejándose. E corre y encuentra a Pablo. “¿Pablo?”, le pregunta. “Sí, yo”, responde Paul. “Un tipo se fue con tu minita”, le dice, mientras señala. A todo esto E sabe que ¿Pablo? es el escritor, que la escritura es sueño, que le garcaron la minita, por tanto E disfruta sádicamente de su revancha. Paul sufre, cabizbajea. Entonces el correcaminos pasa a los re pedos, y detrás el coyote. “¿Pablo?”, pregunta E. Pero nadie responde, es un desierto. Ya nadie hay.
E se levanta temblando, toca madera. Dentro de la cama, E empieza a caer.
¿Pablo? Pablo duerme, tranquilo.

VI

“Esta es la venganza final de E”, lee E al entrar. A little Western. “Este es el momento en que E escribe las pesadillas de A”. ¿A? se pregunta E. “Pablo, boludo”, grita la voz. ¡Ah!, dice E. Recomenzamos: Esta es la venganza final de E, el momento en que Él escribirá las pesadillas que sufre Pablo. E agarra un lápiz, una birome, enciende el cpu, piensa. “La idea no es meter al tipo en una pesadilla con símbolos múltiples, una pesadilla híbrida, sin contexto, sin nacionalidad, sin significado, sin pautas; la idea no es meterlo en un televisor funcionando, agarrar el televisor como una pecera, mezclar, haciendo de la realidad de lo global un dador de pesadillas, un quita piso, un perfecto lustrado”. “Eso es lo que Pablo hizo conmigo”, concluye E. “Una pesadilla es más simple, es sólo miedo en estado puro, conciencia de miedo en absoluta realización”. “Inocencia básica”, intuye. “Fácil”. Entonces E piensa, piensa mucho. Al final, luego de un gran esfuerzo, E decide: “Pablo sueña que ya no puede escribir”.
El sueño se le concede.
E ya no tiene ninguna otra pesadilla.

16 comentarios:

Pablo Natale dijo...

Ok. Ok. Me puse moral y creo que mate a E.

The executioner dijo...

WOW. APLAUSOS

(CLAP CLAP)


Ah, y está invitado a tomar el te en tetera de porcelana. Porque ¿Pablo?.. ¿Puede escribir, cierto? ¿O se le cumplió el sueño? Digo, porque los sueños se cumplen en Blancanieves nomás. Así que espero que me comente.

"sir, yes sir!"

dear prudence - dulcema dijo...

q miedo... ¿pablo? creo q traspasaste el umbral de lo irónico y entraste en lo ominoso...

te detesto,
detesto tu talento

;P

(mentira, sabés q miento)

Anónimo dijo...

quién es E?

Anónimo dijo...

E es un error de la naturaleza (¿?). Naa. Che, Pablo, very interesting. Creo que la mejor pesadilla fue la regionalista o la del KKK (took my baby away). Pero secuencia entera es muy buena. Claro que, no funciona toda seguida, una atrás de la otra. Tiene que haber interrupciones de otras cosas en el medio. Digo, porque imaginaba cómo sería si lo imprimieses, y pense que terminaría siendo como el libro de Dolina en que cada tanto, entre relato y relato, se encuentra la continuación de una historia que le da una especie de cohesión al relato. En fin... pavadas.

Pablo Natale dijo...

Ezecutioner: Ok. Entonces me explico: lo del cartel, en tu blog, no era solo un chiste, sino una señalizacion, un espacio hacia - donde. No se que significa eso. HOy estoy en director tecnico, me colgue.
PD: si, puedo escribir, siempre. Es el pecado primigenito, criminal. COn eso empieza y termina mi vida.

Prud: ¿talento? dios. eso no se pone ni se explica en un curriculum. Demonios!!!
Me quedan tres meses para volver a ser pobre. Me encantan tus mails subrepticios, soprendentes. Abrazos.

Pablo Natale dijo...

Anonimo condescendiente: E es Juan, es Nico, es San Agustin. E usa mangas cortas, es una variacion japonesa de un personaje de kafka, es una respuesta a la acusacion de surrealismo, es un taiwanes venido a menos pero que sube a mas. Dios, estoy terrible hoy.

Nico: merd! que analisis! Y me comparaste con Dolina! ¿si hago un programa de radio? ¿con Casero, o con Peña? ¿con Casero poniendosela a peña y petinato tocando el xilofon? Si, la regionalista es la que prefiero, el final, en cierto modo, me parece caprichoso y lleno de lugares comunes, creo que lo salva la cita ultradeformada de un Lynch apocrifo.

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Pintar la casa de blanco.
Pintar la casa de blanco.
Pintar la casa de blanco.
Pintar la casa de blanco.
Pintar la casa de blanco.
Unos cigarrillos, después.

(y poetas pelotudos hablando del azafran)

Anónimo dijo...

Pintar qué?

No entiendo.

dear prudence - dulcema dijo...

ay dios...
parece q ya pasó de moda sublimar con el futbol...
cuanta mala onda!!!!

hoy estoy un poco enojada...

Lucy in the sky with diamonds dijo...

A mi me gustan las pesadillas.
Me generan un efecto de contraste con lo que viene a continuación que me resulta excitante.
Saludos!
Lucy.-

Pablo Natale dijo...

Anonymus: qué saltás si el centro no es para vos.

Eh, prude, no te pongas mal, mirà, tengo una idea, doblegame, doblegadme, digo, tira toda la bronca, usame de punchin ball. Yo, elefente con ebola, encantado.

Lucy: todavia mal por un comentario inooportuno que me mande en tu blog. Yo leo mis pesadillas (leo, o sea, interpreto) como llevando un mensaje secreto (message in a bottle suena de fondo, vaya que casualidad) que interpela mi vida y le da sentido y significado. A veces es terrible, a veces es cool.

dear prudence - dulcema dijo...

¿pablo?
niño pablo.

vos con ébola:
es una imagen tan tierna...

es como la boca del hipopótamo,
como un preparado neuroanatómico, franco y directo.

no quiero golpearte así...
es demasiada hermosura, hasta podría llorar.

pequeño ofidio dijo...

Efetivamente: un final a pura revancha nomás, como una de karate.

dear prudence: imprudente rechazar a un elefante con ébola que pide ser doblegado.. ¡Dele con el matamoscas antes de que contagie! (sorry, soy un ofidio, está en mi naturaleza)

Pablo Natale dijo...

Prude: Ah, viejo lacaniano sin conceptos, me acabo de dar cuenta. Elefante con E - bola. Jo! Hay, entonces, cuatro E! Respecto a tu contestaciòn: todo lo que me llega es dulzura. Tus golpes no - golpes me saben a los paréntesis florecidos de Salinger, quierase, o no. Ademas, tu respuesta fue, a todas luces, hermosa. Gracias.

Enfermera!!!: a pura revancha nomas! Ja! Mi cabeza esta repleta de microemprendimientos: imagino, por ejemplo, inscripciones en remeras: "como una de karate", "algo hay", "estaba en mi naturaleza", "yo no fui". Sì, doctora, me tengo que tomar, urgente, una baya.

Volverá Isa? Hablarà aquí, alguna vez, el niño naranjo? Ale - mondo di testa, desaparecerà nomàs? Eh?

Anónimo dijo...

Cambie de opinión. No me gusta este final. Piensoque la serie esta buena, pero el final no me satisfizo del todo. Vea: creo que caíste en el lugar común con eso de hacer que el personaje tome consciencia de su carácter ficticio y enfrente a su creador. Me hubiese gustado que directamente mueriese dentro de su pesadilla y no volviese a despertar. Se obviaría la parte del despertar, con lo que uno comprende que la muerte es definitiva. Hubiese sido más sutil. Igual seguis siendo un ídolo. Tuviste un traspié nomas. Como el Diego (¿? o... ¡!). Capoooo. Cariño, aunque con merma porque faltaste a mi cumple. ¡Y me tenes que devolver el sueter, puto!!!

Pablo Natale dijo...

Reconcholis!
El sweter no te lo devuelvo!
Sobre el final tenes razon, a mi tampoco me convence, pero bue, es un final, el libro de Foucault ya te lo devuelvo en unos dias, etc, en mi cumpleaños hacès contradon, ok?