Enero, I

Enero.
El agua del río está demasiado baja. Se ve una montaña de piedras en el centro del dique, que antes no se veía. Se ve un viejo murallón que debe de haber sido el viejo comienzo de un dique frustrado. Hay gente pescando ahí. Se ve una boya, amarilla y negra, asomando casi todo su cuerpo. Al mismo tiempo suceden dos cosas: una moto de agua pasa muy rápido, deja atrás la boya, y se dirige con algo de lentitud hacia la pared del falso dique. Debe ser gente rica tratando de ser feliz.
Vistos desde lejos, parecen ser dos jóvenes. Una muchacha a la que le rebota el trasero en la moto de agua, y un muchacho de brazos más o menos largos.
Algo interrumpe y acompaña esta percepción. Dos parejas de gente muy joven y escandalosa sentadas a una sombra que con mi poco volumen físico traté de ocupar. Abren una sábana azul y se sientan. Tienen música de cuarteto, que no quieren dejar de escuchar y que se permiten hacerme oír. Tienen también un pequeño engendro. Acaban de despertar al engendro para sentarlo en el falso y azul mar. El engendro, como es natural, llora.
Más tarde se irán a pescar y lo dejarán solo, durmiendo a mi lado.
Debo ser una persona confiable.
Más allá, el muchacho y la muchacha en la moto de agua tratan de acostarse uno arriba del otro. Ninguno se cae, y la maniobra que quería que pasara por estúpida empieza a tener algo de belleza.
La boya sigue asomada en el mismo lugar, la misma cantidad de cuerpo. Ocupa tanto sol y tanta sombra como yo.



15 comentarios:

Anónimo dijo...

Al final me compré "El entenado" de Saer. Voy por la página 40 de 230. Mancho mencho. Fluye como el agua, eso seguro, se lo reconozco, pero no me termina de cerrar. De apasionar, diría yo. Le encuentro cierta similitud a tu estilo de los últimos tiempos (léase "Un oso polar", "Acerca del verde claro", y algunas cosas que leí por acá. Recuerdo uno en particular en donde jugabas (jugaba el narrador) al ping pong). Decía que tiene algún parecido a lo tuyo porque no tiene muchos oropeles, se deja leer. Al fin y al cabo, tiene algo de lo que te dije, eso de que "no tenga muchas complicaciones". Pero por eso mismo, por ahí siento que le falta sabor, que tiene todo el mismo tono,que falta un flash amarillo 8léase, una pausa sin escrituras). Algo así como en el de Guillermo Kelly que escribiste: plantear una escena y dejar una pausa. Eso es sabiduría (?): dejar que uno saboree (y / o se quede pensando) en esa imagen-escena. No me ruborizo al decir que tu producción (exterior al blog en general, vale la aclaración)está entre lo que más me gustó de las cosas que voy leyendo ultimamente. (porqué habría de ruborizarme de admitirlo? tal vez porque no sos un "consagrado"?). En fin... valga todo eso por un piropo que nunca te dije. Un abrazo.

Pablo Natale dijo...

Pelotudito de mierda: andate a hacer empastillar el orto.

Nico: Boludo. Sos terco como una mula en celo, medio dia antes del apocalipsis total. Te podrías haber comprado los ensayos de Casas, pero me olvidé de decirte, ya tengo las bolas llenas de recomendar a casas.
Gracias por el piropo. Si Saer se entera del intento de comparación se levanta de la tumba y te eyacula en la cara.
Producción blog / producción out of blog.
Te mando unas cosas ahora mismito, a ver si me comparás con Goethe.
Putas navidades.
Putas putas navidades.

El baño de tu casa andaba medio trunco. Tuve que cerrar la llave de agua.

Escribí, en el pizarrón: Siento miedo.
Primero amor, después miedo.

Y después anoté esto: "I feel stupid, and contagius".

Cuando vuelva escribo más y borro todo.

Abrazos esquimales.

Anónimo dijo...

ok. Ya mandaré devolución de lo que me mandaste. Lo sé, soy terco. El libro de Saer ha ido involucionando. La prosa es buena, el argumento pobre. Creo yo. No te preocupes por el baño. Ya vamos a vender ese departamento de mierda (¿? Como decir, "voy a hacer que editen de nuevo el Don Quijote porque la edición que leí tenía la letra chiquita"). ¿A vos te parece que hubiese podido conseguir a Casas acá? ¿está en boga? Yo quería leer ficciones (novelas, cuentos. No me refiero al libro homónimo de Borges que ya leí). Acá tenemos ping pong pero no encuentro las paletas, y además ya me voy. Además me compré "La virgen de los sicarios". Aproveché que los dos libros eran de la edición de bolsillo. Ya charlaremos luego. Abrazos navideños. Deje de putear.

lexi dijo...

linda postal! felices fiestas!

Pablo Natale dijo...

Nico: Ahora tengo ganas de leer a Saer y de escribir un cuento con la letra L. Jop.
Nada de esto tiene mucho sentido, pero igual sigo reaccionando ante las cosas que no me gustan. Encuentro en eso un último resquicio de vida y optimismo, estaré equivocado?

Adam: que se te oxide el alma y te coman hormigas brasileras con la cara de Lula.

Lexi: si, es hermosa. Papá Noel llegó ayer y me trajo Ribvotril. Se equivocó de dirección, yo había pedido marihuana.

Anónimo dijo...

¿pablo?,tenés algo editado? adónde se consigue?

Pablo Natale dijo...

Uva: sólo en revistas.
El año que viene saco un libro de cuentos.
Si te ansia mucho me decís dónde y te mando algo en ediciones de autor.

Suerte.

Anónimo dijo...

si, estaría bueno! tenés algún mail? así no dejo mis datos acá...

Pablo Natale dijo...

ok ok.
enbuscadelsujetoperdido@hotmail.com

jc dijo...

guau.
sólo un pequeño aporte q supongo habrás obviado xq así lo querías y no xq no lo sabías, proveniendo de esa zona. tengo entendido q ese viejo murallón es parte del viejo dique, q no se frustró sino q lo tuvieron q derribar xq supuestamente era inseguro y podía derrumbarse en cualquier momento, poniendo en peligro a toda la ciudad de cba. ante una falsa alarma, la población de Córdoba termina saliendo despavorida a las calles al grito de "El Dique se viene, el dique se viene". se construye entonces el paredón q vemos ahora y al finalizarlo se intenta destruir el viejo. no alcanzaron toneladas de dinamita para lograrlo. cosa q claramente se ve cuando las lluvias están de paro, como ahora.

Pablo Natale dijo...

Bien ahi.
Algo sabia, pero me faltaba, por ejemplo, la parte de la histeria cordobesa ante la posibilidad del derrumbe.
Muchas veces en el barrio los chicos decian "la ley del embudo", y señalaban a una pareja mas o menos inocente. Yo no entendia nada. El embudo fue, para mi, el lugar extraño donde algunas personas eligieron suicidarse.
Gracias por la info plus. Si cierro los ojos, sigo viendo esa pared, y el tipo que pescaba en el extremo derecho (los pies quietos, descalzo).

Anónimo dijo...

che me extraña, la ley del embudo es: "la más buena con el más boludo"

Anónimo dijo...

Por eso.
Para todos ésa era la ley del embudo. Para mí no: la ley del embudo era aquella donde a alguien se le destrozaba la cabeza hundiéndose lentamente en ese enorme coso amarillo.
En mi memoria afectiva, actualmente las dos representaciones se mezclan.

jc dijo...

yo tenía 8 años y aún tomaba la leche en mamadera. un domingo a la tarde volvíamos de la casa de tanti de mi abuela y mi papá, indignado al verme en el asiento trasero aferrado a la mema, la revoleó x la ventanilla en el paredón, a la altura del embudo. mi hermano después me dijo q mucha gente se suicidaba ahí. me imaginé mi mamadera entre muertos y muertas. lloré mucho, me acuerdo.
de vez en cuando sueño q estoy sentado en el paredon, con las patas colgando, mirando el embudo y q de repente éste no sólo chupa el agua sino q su succión es tan potente q comienza a chupar el aire, los pájaros y a mi.
hay un mito q dice q Casaffousth, el ingeniero del 1er paredón, se suicidó xq no pudo soportar q le tiraran abajo lo q primero había construido en su mente y luego en la realidad. son patrañas. murió de cancer de garganta.
http://www.forbox.com/bialetmasse/HnBM-VIENE.htm

Pablo Natale dijo...

De cualquier manera la leyenda era muy buena. Un tipo que se rompe el culo construyendo algo, la construccion que, al finalizar, resulta aparentemente inutil y mal diseñada, los insultos exteriores del pueblo cordobes, la prision como horizonte de expectativas, el terror y el desastre interior que supone haber construido semejante cosa, y que sea mala.
El tipo tirandose en el embudo, el aire que (gracias por la imagen, la voy a retener) succiona todo durante unos segundos, la cabeza, los pulmones, los pajaros y los sentimientos del tipo.
La muerte de Cassafouth.
El dique que entonces resulta bueno, los cordobeses y los americanos salvados.
El puente llevará tu nombre.