Cuatro hadas negras

Michael Jhonson y Michael Jackson
se fueron a dormir. Querida hermana
esto es un cuento y una canción. Que empiezo otra vez
para que me escuches y corras
melódicamente conmigo.
Michael Jhonson y Michael Jackson
se fueron a dormir.
Ellos son dos personas grandes y negras
bah, una es negra la otra es blanca
pero antes era negra, cantaba pop
y bailaba muy bien. Okey, no estoy seguro
si bailaba muy bien, pero era fascinante.
Parecía una oruga vestida de negro y blanco
que se paraba y se movía como un gusano vertical,
como un edificio oruga, con un barco de sombrero
incrustado en el cerebro.
Pucha. Exageré. Pero era algo fantástico.
Michael Jackson y Michael Jhonson eran
ambos, algo fantástico.
Este último era un duende negro
que corría a toda velocidad
detrás de un conejo
en una pista de zanahorias.
Era muy difícil alcanzar a ese conejo.
Sin embargo allá fue Michael Jhonson.
¿Michael Jackson? No, no tiene nada que ver con esto.
Estaba cantando una canción fantástica
del otro lado del universo,
junto a los satélites y la constelación de jod,
y su canción era como una mariposa o un hada
que movía las alas, y que empujaba al señor Jhonson
detrás del hiper conejo veloz.
Que es como un conejo delivery.
Un conejo fast food.
Un conejo desesperado, nadie en esta vida
podrá alcanzar a ese conejo.
Pero allá van las canciones de Michael Jackson
pero allá van las piernas negras y musculosas
de nuestro corredor Jhonson Jack.
Sí, ya sé, le cambié el nombre.
Me gusta ese nombre.
Me gusta cambiarle el nombre a las cosas.
Creo que tiene que ver con la felicidad.
¿Que qué es la felicidad? No.
No creas en eso, no preguntes, no creas en eso.
Cambiale todo el tiempo el nombre,
a aquello en lo que no es bueno creer.
Bueno, basta de avisos,
volvamos a la historia de Michael Jackson
y Michael Jhonson Jack. Acordate que uno canta
se mueve como una oruga vertical, y el otro corre
no para de correr
detrás de un conejo inalcanzable,
en la misma semana que un satélite es enviado
a flotar con la luna.
Y ese satélite explota, se hace pedazos,
todos adentro mueren.
Cuando pasaba esto yo tenía tu edad
o creía que tenía tu edad
o creía que estaba vivo y tenía tu edad,
no era Michael Jackson ni Michael Jhonson,
mi corazón era una nave espacial
estallando solitaria en el universo negro
y las personas veían caer los pedazos candentes dentro del mar
en el océano luminoso de mi propio televisor personal
y de pronto sola, sola
se cambiaba la imagen.
Algo milagroso.
Algo imprevisible.
Algo abrupto, que ni siquiera el conejo pudo soportar.
“Casi nada existe”.
Eso fue lo que pensó el conejo, que es
lo mismo que pensé yo, que es lo mismo que piensan, ahora,
Michael Jackson y Jhonson Jack, dormidos.
Porque se fueron a dormir.
Pero antes vivieron un cambio abrupto.
Antes el conejo se detuvo, algo lo hizo detener
una micronésima de segundo,
que es como un segundo pero más chiquito, un segundo enano saltando
arriba de un elefante, un circo detenido y minúsculo
de alegría y felicidad.
¿Dónde estábamos?
Ah, sí, el conejo se detuvo
y Michael Jackson cantó y bailó mucho, mucho más intenso
y Jhonson Jack por eso o por cualquier coincidente cosa
corrió más rápido
y sin parar cambiaba de canal el televisor
en un lugar estallaba una nave y personas hechas cenizas
casi tocaban el cielo
morían incineradas, agujeros negros de fondo,
de fondo hadas negras brotando de cada agujero,
y en otro lugar un conejo inalcanzable se veía vencer,
perdido en una pista de zanahorias repleta:
pájaros sueltos volando sin sentido
pájaros libres estallando en el cielo como pensamientos
de conejos huyendo sin dirección y sin fin.
¿Si falta mucho para el final de la historia?
No, casi nada.
En realidad ya termina.
Termina, exactamente, como empieza.
Un negro y otro negro parecido,
que es negro y a la vez blanco
se fueron a dormir.
No tenían sueño. Cayeron agotados
como una cabeza que explota
jugo de frutas desparramado sobre el almohadón.
¿Qué es un asco?
Sí, es un asco.
Un asco lindo, es verdad.
¿Que qué significa esto?
¿La historia del conejo, la de la oruga, la del satélite, la del corredor?
Perdón. Es que realmente no tengo idea.
Hay cosas que parece que no significan nada
y de pronto ahí están.
¿Si podés ser Jhonson Jack esta noche?
Bueno, dale.
Yo seré el conejo. Cuando sueñes soñá que corrés
cada vez más rápido.
Pero por favor no te olvides
de los pájaros inexistentes brotando en el aire
y del olor suave de las zanahorias
en todos los márgenes de la pista.


8 comentarios:

Maria dijo...

Leo, pero no puedo terminar el poema.
Creo que hay algo que me disgusta; tal vez el tono moral de dejar un legado. Pero no se, por ahi es otra cosa. Creo que no me gusta Michel Jackson, aunque en su patio tenga un parque de diversiones.

Chau moderador...

Javier Martínez Ramacciotti dijo...

Dos impresiones:
1_Leí el poema muy entrecortadamente.
En el medio, mi abuela se quejaba que Del Potro había perdido "por salir con la puta de Luciana Salazar"
Entre conejos, orugas, michels; Copa Davids, degeneramiento moral, piernas cansadas.
Fue interesante. Un poema sobre eso.
2- El poema sigue teniendo el ritmo, y la voz de "exactamente ocho" Existe eso, que señala Maria, de legado. Pero para mi no es moralista. Es como un regalo, ¿no? O, quizá, la excusa para hablar de uno, de la propia infancia y sus imágenes.
En fin.
Lo que me gustó: cuando hablás de "felicidad",y decís felicidad. Traspasa los versos la sinceridad. Te da ganas de sonreir. Las imágenes que creás para ese estado, todo un bestiario, pero chiquito, chiquito.
Lo que no me gustó-del todo:
Al final, muchas veces repetidas, tus intervenciones como poeta hablando del proceso del poema, me producían un estancamiento en la lectura.
Quizá no era eso. Quizá era mi abuela. Que ya no hablaba más de la salazar. Y, entonces, el poema ya no era lo mismo.

Scarlett dijo...

Pero sí, mierda, claro que bailaba muy bien.
Mirá que venir a dudarlo, che.

Pablo Natale dijo...

Creo que es un poema muy largo. Eso, en principio (justificaría las omisiones, la no lectura, los estancamientos o las intermitencias).
Me es inevitable hablar de la felicidad. Lo del legado, rozarlo. Y suelo tener problemas rítmicos. Si me hubiesen escuchado leerlo...

Grado Cero dijo...

Me gusta.
"Querida hermana esto es un cuento y una canción. Que empiezo otra vez
para que me escuches y corras
melódicamente conmigo".
La melodía es un hilo complicado y fuerte(como la narración me parece)
Gracias por acordarte de las mujeres en el post anterior, y de mí.
Nos vemos en la intervención.

tantomundo dijo...

a mi no me molestó la extensión del poema
me parece que hay algo nostálgico de trasfondo a la felicidad
eso me gusta

curiosidad:
¿tenés una serie integrada por éste y "exactamente ocho"?

Pablo Natale dijo...

Me faltaron algunas muchas. Hoy, en sueños, dos desconocidas me insultaban por la calle. Tenían remeras feministas y llevaban colgada una cabeza de Woolf.

Mártin, sí. Es una serie de tres, que a su vez es parte de una serie de poemas familiares. Algunos están en la columma "compilado", al costado. Pensé que tal seria frenaría, pero sigue creciendo de manera horrorosa e interminable.
Mi hermana no entendió nada del segundo poema, pero le gustaron mucho las fotos del Challenger explotando.

Unknown dijo...

se vienen lecturas on a dance floor?!