Catellan, la nena robot y el poema perdido


Enero empezó complicado. Tuve un par de días en que no podía escribir una línea y releía cosas que había escrito el año pasado y me daban ganas de cortarme los dedos y ponerlos abajo de una plancha. Pensé en el blog, en usar el blog para liberarme de ese proceso de autocondena y bloqueo y suplicio, pero luego pensé en que solía usar el blog para eso, y que esta vez podía ser diferente: “no tengo ganas de escapar”, me dije, “no tengo ganas de escribir para empezar a escribir”. Creo que me hacía falta el contacto con libros, con mi propio vacío y con el aire, no porque el aire sea más real, sino porque sólo es aire. Una de esas noches encontré conectada a una compañera de ruta buscando el poema que la salvara. Pensé que podría ayudarla, pensé que quizás podía ponerme, también, a buscar ese poema, pensé luego que no hacía falta hacerlo, que sólo bastaba escribirle un mensaje breve recordándole que yo también estaba ahí, atrás de la pantalla, cortado en el tiempo y, en cierto modo, haciéndole compañía, como un fantasma con una bola atada a los pies. Esa misma noche, o la mañana siguiente (un rato antes de viajar a Carlos Paz para escribir una nota) me encontré con un texto de Bourriaud, un señor que se dedica a hacer teorías locas y a consagrar artistas contemporáneos: el texto hablaba de Maurizio Cattelan, un italiano medio degenerado que hace esculturas: una de ellas, una escultura del papa a la que le cayó un meteorito; otra, un agujero en el museo donde supuestamente iba a exponer, con una sábana colgada al medio (Cattelan en el momento de la exposición huyó por ahí;) otra, una señora muy inglesa metida en una heladera. Y la foto de los niños colgados que pongo abajo. Una foto impactante y muy simpática que me hace pensar en el cuento “Risas peligrosas”, de Millhauser (hiperrecomendable) y también en los videos de Gorillaz y particularmente en la niña robot, la guitarrista Noodle, solitaria, incomprensible, genial y huidiza, atacada por los helicópteros, como si no estuviese bien (no correspondiera) que esté sola. Bueno, hay un video muy hermoso sobre eso. Se llama “El mañana”. Bastante pesimista, tristey precioso, como verán. Pero no es eso lo que importa, sino lo que dice Bourriaud (el crítico simpático y loco): que Cattelan (el italiano que hizo la escultura del papa con un meteorito arriba) viene a representar, para el mundo del arte contemporáneo, algo así como “al chico malo de la secundaria”, un poco idiota, a veces gracioso, a veces insoportable, pero, de uno u otro modo, allá al fondo, acostado contra la pared, como si estuviera cavando un agujero en una institución (¿el agujero del tiempo, el de la soledad? ¿el agujero de lo indie alternativo? ¿el del cinismo y el sarcasmo?). Me gusta imaginar a esos dos niños juntos, a Noodle y al pequeño Catellan: inevitablemente los veo corriendo, uno la sombra del otro, como si uno estuviese por borrarse y el otro por ser atrapado. Vaya a saber quién es quién.
En fin. Eso fue todo por ahora. Son las cuatro de la mañana de un día cualquiera. En breve más noticias.

Firma: Judas


3 comentarios:

Ramacciotti dijo...

En Enero o se escribe mucho o no se escribe nada. Yo en general leo mucho. Coincido que hay que aprender a convivir con esa "impotencia" hasta convertirla en lo que es: una potencia en busqueda de su lenguaje específico.
A la escritura se llegará siempre por un camino tangencial.

P.D1: ¿Viste la película The Happening("El fin de los tiempos") de M. Night Shyamalan? Hay una imagen excelente que me recuerda a esa fotos de los niños colgantes: un auto entra a un pueblo en el que de todos los arboles a los costados de la avenida principal cuelgan personas.

P.D2: Yo tampoco puedo escribir literatura pero estoy garabateando teorías locas sobre escritores como el viejo Bourriaud; y hablando de eso en estos días te voy a estar pidiendo unas cosas porque finalmente estoy escribiendo unas líneas sobre textos como te había dicho hace rato. "La imaginación del Monstruo" se llama hasta ahora pero algo me falta...

Ramacciotti dijo...

PD2:{...}finalmente estoy escribiend unas líneas sobre textos TUYOS como te había dicho hace rato{...}

Eso debía decir. Eso me pasa por escribir mientras veo un video de la hermosa Rihanna.

Anónimo dijo...

buscando el poema que me salve encontré muchas cosas como esas lineas que me salvaron el dia, esas lineas locas sobre la espera. Buscando uno se pierde en cosas o pierde cosas que efectivamente queria perder. La busqueda puede ser una forma de perdernos o de perder lo que le dio inicio.
Si eso sucede significa que vamos por buen camino. Casi como "colgarse de las ramas" o dormir un tiempo en cada una para que cuando despertamos inventamos que vivimos en otro mundo.



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