“Ninguna providencia se tomó hasta mediados de 1887, cuando la diócesis de Bahía intervino de nuevo, oficiando el arzobispo de presidente de la provincia, pidiendo providencias que contuviesen al `individuo de nombre Antonio Vicente Mendes Maciel, que predicando doctrinas subversivas, hacía un grave daño a la religión y al Estado, distrayendo al pueblo de sus obligaciones y arrastrándolo tras de sí...´” (Euclides da Cunha – Los Sertones)

1 comentario:

Pablo Natale dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.