Luces navideñas

Papá está dormido en el jardín
con una mano de fuego.
Se puede pasar a su lado
una y otra vez
sin hacerlo despertar.
Papá está dormido en una silla
cerca del ciruelo que está en el centro del jardín
tiene una mano apoyada en la panza,
tiene la otra llena de fuego.
El año que viene va a ser mejor.
Y el año siguiente al que viene va a ser
igual de mejor: una a una
irán sucediendo todas las cosas.
¿Si la madre de mamá se muere
nos quedaría de herencia la casa,
no es así? ¿Si tu hermana loca se muere
nos quedaría de herencia la otra casa
no es así, es verdad que no es así?
Hay que repartirla entre cuatro y restarle las deudas:
¿eso cuánto da?
Papá está recostado en una silla del jardín
parece un árbol viejo doblado
con fuegos artificiales de navidad encima.
Papá se quedó dormido en el jardín.
Papá se quedó dormido en el jardín.
Ve hacia ellos.
Ve, hacia ellos.


5 comentarios:

Anónimo dijo...

Qué manera encantadora de desear la muerte del padre. Fila de cadáveres: la abuela, la tía, el árbol. Que se pierdan por ahí.
Y que todo marche mejor este año y el que viene.

Che, la chica de la tapa en El Año del Desierto es castaña y María en la trama es rubia. Todo mal. Planeta debería hacer algo si lo reedita.

Edgardo Lucero dijo...

Totalmente de acuerdo.

Pablo Natale dijo...

Me parece que la foto era previa al libro pero se la pidieron a Marcos López porque era muy buena.

No creo que te guste mucho el libro pero está bueno recoger información.

"Ve hacia ellos". Está bueno como uno escribe cosas que significan algo pero que no entiende (del todo).

Amor siamés.
Y !Amor químico too!

Gustavo: sí, Meli es linda, ¿y?

Anónimo dijo...

Che Pablete, no me bardees que todavía no abrí el blog.

Pablo Natale dijo...

Increíble. Al final no eras ni vos ni el otro.
Parece que van a empezar a pulular esos blogs. Melina P es Plinda. ¿Será el hermano?