Cruz, cara, cruz (4)

Bueno, ok. Esta es la niña salvaje, o al menos una de ellas. Se llama Guadalupe o Valentina o Escorpión-verde-me-salvás-el-día. Fue la tercera en llegar al cumpleaños de mi hermana menor, fue como si llegara tres veces, cuatro, como si durante toda la fiesta estuviese llegando. No era tímida, no era, menos aún, pedante. Simplemente jugaba, era movediza, energética y creativa y por eso llamaba la atención. Tenía una compañera de juegos que a veces era ayudante, a veces enemiga, a veces bufón, a veces reina (sale cortada, de blanco, al margen de la foto). Hay una foto hermosa y rara en la que está con ella. La amiga se ríe (tenía una risa estrepitosa, como si se riera ella y su padre); la niña salvaje usa dos dedos, sólo dos, para apoyar la cabeza y, medio actriz, medio meditabunda, mirar a cámara. Cuando le mostré las fotos del cumpleaños a mi hermana menor, ella me preguntó, sin decir nada, apenas mirándome de reojo y dejando de apoyar su codo en mi espalda: "¿Por qué hay tantas fotos de ella?". "Es una cuestión de energía", me hubiese encantado decirle. "Trato de no hacer lo obvio", también. Pero la miré y le dije parte de la verdad, que a la vez era parte de la mentira: "Sacaba fotos tuyas, desde otra perspectiva".
Fueron en total 313 fotos. En 70 de ellas, la niña salvaje juega su propio juego. Como en ésta. Las demás jugaban al matador, se lanzaban la pelota, cazadora y presa. Guadalupe o Valentina estaba en un extremo junto con su compañera de armas. Era la capitana de uno de los equipos y tenía la mayor cantidad de poder de su lado y, sin embargo, mientras las otras alejaban el juego de su terreno, ella jugaba sola a otra cosa. Daba vueltas, saltaba, representaba personajes, posaba. No lo hacía para la cámara, no lo hacía para las demás. O lo hacía, pero de un modo esquivo, casi como si pudiera estar presente estando ausente, y el movimiento la definiera.

3 comentarios:

Ramacciotti dijo...

No sé cómo carajo lo hacés, pero lo hacés. Justo el otro día releía a Barthes, y toda esta cuestión del Punctuum. Estos ejercicios de escribir la foto son geniales en ese sentido; van permitiendo trazar algo así como el mapa de la mirada de Natale. Extrañamente, si uno se aleja mucho, puede ver que es el mapa de un tesoro cuya forma es la cara de hermana-menor vista desde todas y cada una de las perspectivas. Pero eso visto desde una distancia absolutamente lejana, como puede ser mi infancia.

No sé cómo carajo lo hacés.
Tampoco me importa.
Seguí haciéndolo(suena a orden...lo es)

p.d: Me quedé pensando en la canción "para ramacciotti", y cómo la propuso zuzuk. Sería extremadamente freak y cómica, un vértigo de palabras de un glosario "académico" pero usadas al lado de un argot blogger, y con un ritmo de música contemporánea. Se, me provoca gracia.

Eva dijo...

bue, tenias razón, gusta mucho este blog...
prácticamente entro todos los días para ver que hay de nuevo.
felicitaciones natale, muy bueno lo suyo. besos soleados

Pablo Natale dijo...

No quiero tener mapa. Y me gustaría escribir acerca de mi hermano. Eso me ayudaría a irme.
Yo sólo escribo. A veces me cansa un poco. Lo mejor es cuando leo por quinta vez y encuentro algo que no veía.
No. Lo mejor es que no me escribieron los padres de la niña salvaje acusándome de divulgador pederasta.

Dejasta a Zuzuk traumada con la palabra "apotegma".

Eva: Veo que alguien tiene razón. Saludos a él. Igual es momentáneo, si fuera siempre así el blog me secaría la cabeza. Pero como llueve: que llueva.